El día 21 de julio cerraba una etapa más, ya que fue mi final de estudios de Flauta de Pico. Así que hice la defensa mi trabajo final de máster junto al recital, en la ESART del IPCB de Castelo Branco. O, más correctamente, «minha dissertação do mestrado em Flauta de Bisel». El título fue Versalles y su música para la moda pastoril. El repertorio compartido para flauta de pico, vielle à roue, musette y otros instrumentos en la Francia de la primera mitad del s. XVIII. El recital posterior tuvo como protagonistas a C. Bâton, N. Chédeville, Anne Danican Philidor y J. M. Hotetterre.
Han pasado 6 años y pico desde que fui allí a hacer mi curso Erasmus (por recomendación de mi profesor de viola da gamba Javier Aguirre) y al año siguiente accedí allí a terminar primero la licenciatura y después el máster.
La verdad es que los profesores de Flauta de Pico que dieron y dan clase en Salamanca no me lo pusieron fácil: a la vuelta del curso Erasmus el antiguo catedrático se hizo pasar un curso muy malo y me dijo «vete a Portugal, a ver si allí te aprueban». Esto ya lo conté en un post hace unos años… La actual, cuando quise finalizar las pocas asignaturas que me quedaban para finalizar, me señaló que tendría que permanecer dos años para acabar (sólo me quedaban 4 asignaturas). Yo le dije que entonces prefería hacer un máster en Portugal, que tenía la misma duración y tenía más nivel como título universitario.
A pesar de las dificultades logísticas con el clave que tuvimos antes y durante el recital, con el que fui magníficamente acompañado por mi colega, tanto de trabajo durante este curso en el Conservatorio de Zamora y además compañero de estudios en el Conservatorio Superior de Salamanca entre 2005 y 2010, Victor Aliste Izquierdo, salí muy contento.
El resultado lo puse en una publicación rápida e inentiligible de Facebook, sin más que : «15 portugueses, la mitad en España!! Muy contento». Claro, así puesto y leído, casi nadie lo entendió… Bueno, la prisa por recoger los bártulos en el auditorio y que no cerrasen los restaurantes dieron lugar a esa publicación. Es una especie de acertijo, a los que algunos músicos que tengo como contactos en Facebook son aficionados. La solución es que en Portugal el sistema de puntuaciones se hace sobre 20. De ahí que la mitad de los puntos sean los equivalentes en el sistema español.
Muchas gracias a mi profesor António Carrilho, quien prometió que me iría de la escuela tocando la flauta de pico a nivel profesional y ha cumplido. Ahora, a seguir dándole. Como él siempre me dice: ¡¡¡Sopla, chico!!!